A las orillas

Por la tarde, en el río, los adolescentes y las adolescentes se desinhiben y juegan a la violencia dulce de los cuerpos, sin rebasar lo que la sociedad llama decencia. Cuando llega el fresco y se va la luz, las adolescentes y los adolescentes se resisten a terminar el encuentro, prolongándolo en exceso, sabiendo que ya se halla en declive irreversible. El zenit lo alcanzaron sobre las toallas, sintiéndose los cuerpos a través de la ropa. Esa noche, las adolescentes se proporcionan satisfacción somática rememorando la tarde de cuerpos con los adolescentes y los adolescentes se proporcionan satisfacción somática rememorando los cuerpos en la tarde de las adolescentes.