Despojos en el cine

No os riais en la mitad de una escena dramática, desgraciados. Más de cien años de cine a nuestras espaldas hacen imposible que creamos nada de lo que vemos en la pantalla, pero aún así todavía existen normas de sociedad, o de humanidad, por las que uno no se ríe ante el sufrimiento ajeno. El contrato social del cine exije silencio. Acaso no estáis entendiendo lo que sucede en la historia, tal vez sois autistas o, intolerable, unos sociópatas que disfrutáis con el dolor del otro, aun cuando el otro sea una ficción. El contrato social del cine os exije silencio. Sea cual sea vuestro caso, no tenéis derecho a sentaros junto a nosotros en la sala. Quedaos en vuestras casas de luz, con vuestras redes sociales, vuestras series y vuestras vidas de piruleta en la que todos son risitas. Cómo os desprecio.

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