Un compañero de la universidad me confiesa la frustración que le produce que a su novia se le resista el orgasmo y cómo, a veces, desearía tener el pene de madera para traspasar el límite humano que tan infelices los hace a ambos. Todo ello mientras el profesor rellena la pizarra con multiplicaciones de matrices y piensa que a él y a su mujer también les facilitaría la vida un miembro leñoso.
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