Pretil

Un gran río de centro Europa.
Asomado al pretil, un hombre observa la potencia de la corriente. 
El perro tensa la correa, quiere jugar. 
El hombre permanece impasible, absorbida su atención por el caudal. 
Es una tarde calurosa y las gaviotas sobrevuelan en círculos el río. Alguna pareja pasea. 
El hombre arroja el perrito al río. 
Una caída de una decena de metros subrayada por un agudo aullido. 
Ruido en el agua.
A medias consciente, el animal lucha contra el musculoso flujo que lo arrastra. 
Al poco deja de patalear y se aleja flotando inerte bajo el puente.

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