La evidencia de un presente mejor

Lo malo del hermano menor no es que te destrone, que se lleve los mejores halagos, los juguetes nuevos o la atención de todos; que te robe lo que te pertenece por derecho fundacional. Ni que llegue para ocupar un lugar que siquiera existía previamente. Lo malo es que constituye una versión perfeccionada, actual y, en definitiva, mejor  de ti mismo. Alguien que con menor esfuerzo, menos vigilancia y ayuda alcanza los mismos resultados que tú y pronto los supera. Que llegará en menos tiempo hasta donde te estancaste —a pesar de haberte empleado con inconmensurable dedicación y recursos a seguir progresando— y lo dejará atrás sin apenas advertir que con ello te retrata. Su vida fugaz ensombreciendo la tuya. El hermano menor te despierta a la realidad de tu pequeño fracaso. Lo malo del hermano menor es el hermano mayor.